una vez escribí un poema
lo titulé la fórmula
ahora sé que era un poco menos que humo
la materia consciente
hija de lo inconsciente y la energía
no está y no debe en esa fórmula
una vez que nació fue independiente
no aparece en las ecuaciones
es espíritu y tiene pocas alternativas
desvanecerse
con la transformación de la materia
o escapar si pudiera pero adónde
espiriverso
el caldo donde flota el multiverso
lo imagino como el lugar
donde alcanza el nirvana
el espíritu que huye
el espiriverso sería meta
detrás del firmamento
de las galaxias y sus cúmulos
su expansión imparable
o su colapso apocalíptico
sería un mar sin fondo ni superficie
donde dicen los físicos que flotan
placentas o universos
si separar las gotas que lo forman pudieran
encontrarían los espíritus
con los que se alimenta
ese imponente océano
no es justo ni es injusto
sensible o insensible
para los que no pueden
mejor es el olvido
que una eterna de impotencia
el que es capaz asciende y se diluye
en ese ser glotón que crece
sin importarle nada nuestra angustia
si mi delirio no lo fuera
al menos se parece a otras muchas creencias
aceptaría mi destino y
le volvería la espalda a ese monstruo
que se alimenta de nuestro dolor
pero sé que intentar comprender sí es delirio
y que no hay nadie o nada
a mi alcance al que pueda reclamar
No sé si proponerte para el Nobel de Literatura o el de Física cuántica. Pero una cosa sí quiero decir, que el delirio es cosa mala, pero a veces se alimenta de cosas buenas. Delirios de grandeza. Bravo.
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