el cuarto mono

a mercedes pérez castells

entiendo que no quieras hablar ver ni oír

como los monos de madera

a los que quito el polvo algunas veces

los vi hace años en nikko

salían de la bruma aquella tarde

yo no sabía entonces que había monos en esas montañas

creí que eran diablos

y eran amigos

de los dioses que pueblan las islas japonesas

lo comprendí en un templo

allí estaban tallados en madera

con rostros encendidos

tapándose los ojos los oídos y la boca

pero había uno más

que con sus manos se cubría el sexo

no quieres ver ni oír ni hablar

porque intuyes que vienen

tiempos oscuros

carpe diem o qué otra podrías hacer

y ese otro mono el cuarto nada entiende

el condenado

sólo quiere rasguear vibrantes cuerdas

y desterrar la noche

del corazón

unidos hasta el final

un terrorista

no está dispuesto a negociar

está tan concienciado que no tiene remedio

sólo quiere acabar con el infiel

no dejar huella de su paso por el mundo

nadie lo va parar

algún día dará conmigo

es fácil me conoce tanto como me odia

solo veo una solución

deténganme condéneme ejecuten

la pena capital

llevo un terrorista infalible

y más pronto que tarde acabaré mi trabajo

no está pero lo mismo

dios está en el futuro

aún no ha nacido

se está gestando en la vida que crece

sobre las rocas

después existirá fuera del tiempo

sospecho que el presente modifica el futuro

y me sorprende

pues el presente existe cuando lo imaginamos

pudiera ser el flujo del tiempo el que decide

cómo será ese dios que ya es

nacido sobre miles de planetas

será poco terrestre y muy extraño

indiferente a su culto debido

podría no ser dios sino una fuerza

que sobre todas las otras domina

difícil aceptar que la vida termine

pariendo una variable de la física

sin barbas blancas ni ojos comprensivos

pero tal como veo el mundo

mejor que fuera variable insensible

y aún mejor

que estuviéramos al principio

del primer ciclo de los tiempos

dios se estaría gestando sería

un embrión inmaduro

todavía sin culpa

dónde comienza el pasado

La Vía Láctea

en las noches sin luna

se revela un paisaje inalcanzable

un mapa antiguo un recuerdo olvidado

por el que no podemos avanzar

más allá de los bordes de la esfera

que contiene el presente

cuál es el radio de esa esfera

¿la distancia a la luna

al mismísimo sol

o al cinturón de kuiper?

dónde empieza el pasado

¿un minuto de luz

una hora?

en un año ya pueden pasar cosas

nuestro mundo será pequeño

hasta que el tiempo muestre sus atajos

pues para hacerlo grande

no solo hay

que recorrer una distancia

hay que parar el reloj de partida

y retrasar el de llegada

todo está escrito

El saltador, Museo Arqueológico de Paestum.

todo está escrito

mañana dentro de un año o de cien

ayer hace unos días siglos o eras

todo está escrito

ayer mañana todo ya pasó

hoy son días de alarma pues sabemos

que otro volumen de la historia

ya está en la imprenta a falta de su título

que se le suele dar

algún tiempo después

el siglo de y

nos asusta seguir

como un mal estudiante que conoce su nota

como un suicida conoce la duda

como una criatura busca un freno

que puede no existir

gateábamos ayer pero hoy corremos

sin haber aprendido a caminar

decimos que el futuro

es incierto

y un algoritmo lo desmiente

sabemos hacia donde vamos

y seguimos corriendo

máscaras

Fotografía: Francisco Otero

la risa dolorosa

la saciedad del hambre

o la iluminación de la ceguera

trampantojos del yo

que apenas disimulan

y afianzan las derrotas

el llanto desgarrado

es grito de esperanza