Hay poetas cercanos, todos los tenemos. Alguno bien pudiera ser hermano de versos que no de sangre y, sin embargo, más hermano que los que llevan tu apellido. En mi caso Ángel González, Jaime Sabines, Brian Patten, Neruda, Thomas, Dámaso Alonso, Biedma, Álvaro Muñoz-Robledano y tantos otros.
Hace algunos años traduje seis poemas de uno de ellos, Brian Patten que os ofrezco para que los disfrutéis, cada uno es sorprendente y de una fuerza poco común.
Os aconsejo escuchar su voz: «La voz de Brian Patten«
A TRAVÉS DE TODO TU RAZONAMIENTO ABSTRACTO
De regreso una tarde a través de campos desiertos,
cuando los pájaros, adormilados en su sueño
lo tienen todo pero te han olvidado,
te paras, y por un momento te estremeces vivo.
Algo ha pasado a través tuyo
que altera e ilumina: O,
la comprensión de lo que se ha ido y era real.
Un mensaje desolado y sin cifrar susurra
a través de todos los nervios.
“Te preocupaste por ella, por amor te preocupaste”
Algo ha pasado un dedo
por todo tu razonamiento abstracto.
Del amor te protegiste fuera del amor
pero seguía filtrándose la parte humana,
tú, aturdido y desequilibrado.
Desprevenido, golpeado tan repentinamente por la identidad de otro,
¿cómo puedes aferrarte a alguna revelación?
Te has movido con demasiado cuidado por tu vida
¡La luz dentro de ti siempre está cubierta
por tus propios dedos protectores!
PIEZA DE BAILE
Él dijo:
“Quedémonos aquí
ahora que este lugar se ha quedado vacío
y practiquemos entre nosotros dulce pornografía
mientras los invitados se van
y entra el amanecer
con el sigilo de un extranjero.
No vacilemos
por lo que sabemos
o por lo frío que se ha vuelto este lugar.
Desenganchemos nuestras mentes
y dejemos revolcarse libremente
al loco, descuartizado cocodrilo de amor”
Así hicieron,
y después él tomó un autobús y ella un tren
y todo lo que había entre ellos, entonces
fue lluvia.
Es absurdo no saber
adónde ir.
Te vistes las calles como un abrigo.
Ciertas casas son amigas, ciertas casas
no pueden visitarse nunca más.
Todos los viejos líos de amor acechan en los portales, detrás de las ventanas
Las mujeres envejecen. La dejadez florece.
Has rechazado numerosas invitaciones,
dejado a los teléfonos sin respuesta, dicho “No”
a los pocos que te necesitaron.
Encallado en una isla de tu propia invención
has apartado mensajes, anhelos.
Qué inútil es saber que donde quieres ir
es ningún sitio concreto.
Los trenes no te llevarán allí,
Los autobuses rojos pasan deslizándose sin parar,
UNA BRIZNA DE YERBA
Pides un poema
Y te ofrezco una brizna de hierba.
Dices que no es bastante.
Tú pides un poema.
Yo digo que esta brizna de hierba lo será.
Se ha vestido de escarcha,
Es más inmediata
Que cualquier imagen que se me ocurra.
Dices que no es un poema,
que es una brizna de hierba y la hierba
no es lo suficientemente buena.
Te ofrezco una brizna de hierba.
Estas indignada.
Dices que es demasiado fácil ofrecer hierba.
Es absurdo.
Cualquiera puede ofrecer una brizna de hierba.
Tu pides un poema.
Y así, yo te escribo una tragedia
Sobre como una brizna de hierba
Se vuelve más y más difícil de ofrecer,
Y sobre como a medida que envejezcas
Una brizna de hierba
Se vuelve más difícil de aceptar.
VESTIDA
Vestida eres una criatura diferente.
Vestida eres discreta, educada y llena de amistades.
Vestida eres casi seria.
Hablas del mundo y de todos sus desastres
como si de verdad te conmovieran.
Vestida prolongas las ilusiones.
Los guardarropas están llenos de tus disfraces.
El vestido para ser desabrochado sólo en la oscuridad.
El vestido que siempre parece se te fuera a caer.
El vestido no-me-toques, el vestido qué-caro,
el vestido que se arroja sin cuidado.
Vestida eres una criatura diferente.
Te indignan las miradas que te echan,
los ojos que gatean sobre ti,
que se alimentan de los fragmentos que has permitido
estar desnudos.
Vestida estas prisionera de las etiquetas,
encapsulada en las modas.
Vestida eres una criatura diferente.
Con la misma facilidad que en los dormitorios,
en los campos ensuciados de cascotes
los vestidos se te caen.
En el cuarto trasero donde nunca llega la fiesta
Los vestidos se te caen.
Con ayuda o sin ella, zafia o fácilmente,
Los vestidos se te caen y entonces
Se te caen todas las flores de pacotilla.
Desnuda eres una criatura diferente.
A TIEMPO POR UNA VEZ
Estaba sentado, pensando en nuestro futuro
y de cómo había superado la amistad
tantas noches hinchadas de pena.
Estaba sentado en una habitación que daba a un jardín
y me invadió la calma,
la amargura me abandonó.
Estaba tan cerca del paraíso como difícilmente volveré a estar.
Estaba pensando en el caos
que nos habíamos causado el uno al otro
y era increíble que hubiéramos sobrevivido.
Estaba pensando en nuestro futuro
y en lo que haríamos juntos
y adónde iríamos y cómo,
cuando llegó la noche
enterrándome poco a poco
y tú entraste en la habitación
temblorosa y con el rostro solemne,
a tiempo por una vez.