cuando escribo me siento como aquel que reclama
ante la corte no espero respuesta
ni siquiera conozco dónde está
el palacio o castillo
solo quiero dejar constancia de mi disgusto
son hojas otoñales y el viento las dispersa
quizá alguna se pudra en terreno húmedo
no encuentro la razón de por qué lo hago
puede ser timidez
a expresarlo y que tiemblen las palabras
o la soberbia
de creer que lo que pienso es inmutable
y que a nadie reclamo
solo estoy escribiéndome a mí mismo