quedan pocos asaltos
se pregunta por qué
ha resistido al gong de la campana
si tras cada tañer hay
más marcas en su rostro
gong comienza el siguiente
gong gong gong cuántos tiene aún que escuchar
duda
aferrarse a la vida
aunque sea una mala apuesta
duda en bajar los brazos y ofrecer
su tabique nasal
al puño que lo hunda en su cerebro
y los asaltos caen
sin despejar sus dudas
sin que al fin le liberen
dos toques de campana