A Inés Estebaranz
Quieres que te cuente un cuento, un cuento
que no sea el de María Sarmiento,
que no tenga siseñores con patas verdes,
que no juegue a ni que sí ni que no
sino todo lo contrario.
Te defraudan los mayores – sus prisas,
sus ausencias, su cambiante alegría –
también ellos escucharon los mismos cuentos
y parece que olvidaron su magia.
En tus ojos asombrados no ofreces tregua.
Por favor abuelo, cuéntame un cuento
y algo tendré que ofrecerte,
una historia, una leyenda
que se cuenta al extranjero recién llegado,
y esconde la verdad con princesas rescatadas
porque si yo te contase…
Quieres que te cuente un cuento…
érase una vez
un país imaginario, una casa de madera,
una familia y dos gatos que hablaban.