Cómo os podría amar a alguna de vosotras
ni aunque vuestra nariz fuera la perfección
imaginada en piedra busto desfigurado
de una venus de un dios apolíneo un efebo.
Ni siquiera si vuestra sonrisa anticipara
mil y una noches o una larga noche de insomnio
no es porque no conozca el amor su perversa
química soy un gólem que él pone en el mercado
claro que lo conozco temo su retirada
como bárbaras hordas que salan la campiña
y esa tierra soy yo y no estoy en barbecho.
He borrado en mi agenda cualquier convocatoria
dedicada al amor llegó el tiempo de adviento
necesito curar los fríos sabañones
que un campo sin cosechas enracimó en mis manos
el momento de estar tranquilamente solo
de acordar con la vida un armisticio justo
y necesito tiempo mucho mucho tiempo
que tengo que robaros mis generosas damas.