Estuve unos días en Abarca de Campos en casa de mis amigos Cristina y Borja. Tierra de Campos, allí no necesitan el mar, tienen el cielo. Los paisajes son cielo. Entre tanto sol, tanta nube, se me ocurrieron estos versos que dedico a Cristina Urdiales.
CRISTINA A RAUDALES
Eres un río
y como él tienes rápidos y remansos
caudalosa en la época de lluvia
casi un camino seco en la sequía
porque incluso en el yermo más férreo del estío
un hilo de agua oculto
corre bajo los cantos rodados.
Agua que te refresca y que generosa das
a la hierba sedienta de tus márgenes
pero entiéndeme, no eres cauce,
eres agua que lo abre y profundiza,
unas veces te llaman riada, otras arroyo,
siempre agua
y podrías ser ducha que repara
o aliarte con el viento y ser tormenta, me consta
aunque al final escampas
y entonces todo huele a arcilla húmeda
a manos de alfarero que modela los sueños.