Tenía que llegar,
no la reconocimos,
fue una opción, un regalo
y sólo se vio en ella
la amenaza invisible.
Y ella ya estaba dentro de nosotros,
pero el miedo a la muerte, a ser borrados,
nos desequilibró.
Y aún así nos llegó un mensaje antiguo,
era claro, aunque había que morir
para entenderlo y nadie aceptó el trato.
Las culturas antiguas ya sabían
que a los dioses les calma
que el humano se inmole.
Hace tiempo les dimos
la espalda, los negamos.
Entonces quizá abrimos
la puerta a la extinción.
Nota aclaratoria: nunca explico un poema, esta es la primera vez, pero antes de que me acusen de algo quisiera aclarar que soy de los que tiene miedo y que, aunque no creo en los dioses, sé que el Universo se rige por reglas, ecuaciones. La selección natural de las especies es una de ellas. A veces pienso que la soberbia humana, que nos hace soñar con escapar de las leyes naturales, nos hace cobardes hasta el extremo de exigir que se conserve nuestra vida. Y a esa exigencia no tiene derecho ser vivo o inerte en este Universo. Es más, es un signo de decadencia.
Muy bueno, Rafa.
Yo creo que el Universo tiende a la vida.
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Yo también
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Por cierto, soy Maria. No me dejaba meter ninguna clave y me ha salido esta
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Localizada. Besos
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