A Álvaro Muñoz Robledano
Un hombre imagina otros mundos
busca uno mejor
un mundo extenso
donde los unicornios pacen en los campos
o un mundo de agua
donde las especies más brillantes
no se refugian en los abismos
o sólo de aire
donde las aves duermen suspendidas en la nada.
Y entonces su mundo le parece bien
aunque no tiene unicornios
contiene casi todo
lo que puede imaginar.
Pero sigue imaginando
ya no le interesan bellas panorámicas
sino saber cómo son los que las habitan
si se comunican cantando
o se devoran en una cadena de mantis
intentando encontrar la forma
perfecta que compense su existencia.
Imagen: Oleo sobre lienzo de Alessandro Padovanino, siglo XVII.