a Antonio Rómar
es oscuro y brillante murciélago y luciérnaga
descarnada alimaña de la noche horizonte
es el suelo que piso y es la nube huidiza
secuoya inmarcesible aleteo de colibrí
una flor receptiva el penetrante aguijón
no existe la pureza tampoco la quietud
los cambios son el viento dispersa las semillas
las pesadas no llegan las ligeras se pierden
quién tiene la medida si depende del viento
Chulo!
Un abrazo
Javier
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