intuyo

intuyo

solo he conseguido saber

que cuando afirmo únicamente intuyo

mis verdades son de andar por casa

están ahí al alcance de mi vista

aunque a veces muy lejos de mis manos

la veritá e mobile qual piuma al vento

y sin embargo sigo a la intuición

es un juego o un plan orden o caos

qué más da no me ha sido dado

cargar el universo a mis espaldas

intuyo que la mía

es la carga que puedo soportar

Plaga

humanidad vergüenza desaliento

su lógica enfermó de egocentrismo

violencia con la cara del cinismo

que cuando mata tiene un argumento

y cuando vive nunca hay un momento

en que no deje huella como un sismo

que todo lo destruye y es egoísmo

un lamentable y triste testamento

y ningún individuo es inocente

ya nacemos con genes de una plaga

con un hambre insaciable e indecente

una súbita horda que propaga

su derecho a saciar su panza ardiente

que por mucho comer nunca se apaga

Como se entra en los sueños

                                                           a Macarena que tanto disfruta con estas cosas

no quisiera apagarme

como la vela que acaba su pábilo

antes quiero brillar

como lo hace una estrella

o el ascua al enfriarse

a las sábanas blancas

usadlas de sudario

a mi dejadme el aire y el monte riguroso

hay que cuidar esa hora

es la más importante

todo está decidido

agarrarse a la vida no es opción

hay que entrar en la muerte

como se entra en los sueños

abandonándose

sin perderse un detalle

solo será otro sueño algo más largo

que vivirás o no recordarás

según cuál sea la fe que te sostiene

Muerto de risa

cómo me gustaría seguir vivo

para poder escribir mis poemas

mientras la interminable serenata

de Sakamoto acompaña mi mano

pero hay algunos síntomas que me hacen

dudar de mi existencia

ese olor a camembert ya pasado

o al queso que compró mi padre en Francia

merde du diable se llama y así huele

las moscas familiares que me orbitan

como satélites enloquecidos

y los trozos de carne que como migas de pan

voy dejando a mi paso

es verdad que ahora sólo pienso poemas

porque solo me quedan los pulgares

una pena pues son

unos versos de muerte

jamás fui tan cachondo en vida y ahora

estoy muerto de risa

y es que una vez que mueres

acaba la tragedia

y te vuelves más cool

pues todo te resbala

Guerra

La Guerra, de Otto Dix

¿va a hacer falta aún más

para que despertemos

y la paz sea certeza?

creí que el siglo XX

nos lo había enseñado

cuando empieza una guerra

sólo hay algo seguro

el horror del horror

y la guerra es horror

pues la vida es posible

sin misiles sin tanques

sin campos de hambre y frío

en la televisión

parece una película

y de cerca también

pero el frío se siente

y no se sacia el hambre

y si oyes un disparo

un golpe te derrumba

y con suerte te mata

hay pocas guerras justas

y las que hay en verdad

son del justo deshonra

la gula del poder

alimenta a la guerra

más que el hambre de un pueblo

el poder es legítimo

sólo si representa

y nunca si se impone

ojalá despertáramos

porque estamos dormidos

cada uno a nuestro aire

ninguno con el viento

El color del cielo

El color del cielo

Sin dudar es azul, de un azul cielo,

aunque a veces sea gris, incluso arena roja,

no es ése su color, son las bajas presiones,

si el aire está tranquilo diría que es azul.

Mas al llegar la noche el aire se hace

invisible,

el aire ya no es cielo ni es azul,

el cielo es negro jaspeado de luces

que nos confortan en la oscuridad.